A veces sentimos que el tiempo pasa más rápido de lo normal, volteamos y nos damos cuenta de que volvió a pasar un mes, tres meses, o un año completo, casi sin notarlo. Dicen que es porque nos centramos mucho en vivir la vida, ya sea por disfrutarla o por estar en una situación difícil e intentar salir adelante. También dicen que es porque el espacio-tiempo se deforma y el tiempo fluye de verdad más lento o más rápido.
Yo no lo sé, pero este año se fue rápido, como todos los anteriores (los 2009 de esta era incluso). Cosas pasaron en el mundo que sacudieron mentes y corazones. Cosas pasaron en nuestro país que nos hicieron sentirnos tanto orgullosos como decepcionados. En nuestra ciudad hubo eventos culturales concurridos y también vacíos, y hubo a veces una neblina de miedo, paranoia, agresión, caminando por Monterrey.
Sin embargo esta noche pareciera que el tiempo se detiene. Es una noche que muchas personas aprovechan para reunirse con su familia y compartir la cena. Es una noche que mucha gente espera con ansias porque es la noche en la que por fin hay paz, reconciliación, y tranquilidad.
Monterrey Cultural comenzó hace pocos meses. Hubo dias de mucha actividad y días de intenso trabajo que no permitieron tantas actualizaciones como me hubiera gustado. Pero no ha muerto, la llamita que hizo que este blog comenzara sigue encendida y en un buen rato no se apagará. Y también los eventos, esos siguen sin detenerse.
Y bien, este post, hoy 24 de diciembre, es para desear a todos los que han entrado a este pequeño espacio en la web una muy Feliz Navidad. Hagamos un espacio, una pausa, y si es posible olvidemos a la niebla de allá afuera. Mi deseo es que tengan paz, no sólo esta noche, sino siempre, y que puedan ver lo bueno de nuestro mundo, de nuestro país, y de nuestra hermosa, grande, poderosa, emblemática, triunfadora ciudad de Monterrey.
Monterrey Cultural 